LOS YOGA SUTRA DE PATANJALI
Conoce quién fue Patanjali y cual es su importancia dentro del Yoga. Descubre porqué su obra, los Yoga Sutra, es un pilar fundamental y un sistema en el que basar tu práctica.
Índice:
Quién fue Patanjali
Hace más de 2.000 años, se estima que entre el 400 y el 140 a. C., vivó en India un gran sabio llamado Patanjali. Fue el primer meditador de este país que se ocupó de mostrar por escrito un esquema completo y claro de los patrones de la mente y la meditación y en establecer un sistema ordenado con los pasos necesarios para entrenarla, alcanzar el estado meditativo y trascender las limitaciones de la mente. Esta obra se llamó Yoga Sutra.
También fue uno de los primeros sabios en apuntar a que la causa primordial del sufrimiento humano radica en nuestra incapacidad para ver la realidad tal y como es: afirmó que somos víctimas de las limitaciones de nuestros órganos de percepción y de las interpretaciones que nuestra mente hace de la información que recibimos de ellos. Esto nos hace conocer la realidad de forma parcial y deformada y esta percepción errónea o desfigurada de la realidad nos genera conflicto con el exterior y con nosotros mismos, pues hay discordancia entre lo que realmente existe o sucede y lo que percibimos y, por ende, sufrimos.
Sobre quien era Patanjali dentro de un contexto histórico y geográfico, se cree que era de la tribu Naga y que vivió durante el reinado del rey Pushyamitra Chunga, en lo que hoy es India. Además de ser un gran meditador iluminado, se apunta a que también pudo ser un gran gramático.
En un escrito de gramática, firmado por un tal Patanjali, se recogía un fragmento que decía: “los griegos están sitiando la torre de Chattor” (Torre que existió durante el reinado de Pushyamitra Chunga) y en una inscripción del edicto de la roca, datado en esta época, se decía “Patanjali realizó un sacrificio para el rey” lo que lleva a los historiadores a ubicar a Patanjali en esta franja temporal y a atribuirle cuatro trabajos de suma importancia que se publicaron en la época:
- Vyakarana
- Mahabashya
- Ayurveda Samitha
- Y los ya mencionados Yoga Sutra
Pero, en realidad, debido a la dificultad de datar restos antiguos y de asociar escrituras a autores que vivieron hace tanto tiempo, se duda de si todas las obras que están firmadas con el nombre de Patanjali, eran de este sabio, o si algunas de ellas fueron escritas por otro(s) Patanjali que pudieran haber vivido entonces.
De estas escrituras, su obra por excelencia fue sin duda los Yoga Sutra, conocidos en occidente como los Yoga Sutras de Patanjali. En el contexto del Yoga, son las escrituras y el sistema más importante que se sigue en la práctica del Yoga Mental, tanto es así que cuando se habla de Raja Yoga se asocia de manera inseparable a los Yoga Sutras y a Patanjali, pues creó un mapa completo, ordenado, conciso, efectivo y lleno de sabiduría, en el que el practicante pude confiar.
Los Yoga Sutra
La palabra Sutra proviene del idioma sánscrito y significa aforismo. Un aforismo es una frase que con la menor cantidad de palabras, trata de plasmar toda la sabiduría posible.
Refiriéndose más a su función didáctica, la RAE lo define como máxima o sentencia que se propone como pauta en alguna ciencia o arte, en este caso, serían las pautas que propone Patanjali para dominar el arte o la ciencia del Raja Yoga.
Cabría pensar que una obra que ha sido tan importante a lo largo de la historia y que incluso a día de hoy es la referencia por antonomasia del Raja Yoga, tiene que ser muy extensa. Sin embargo, sorprende saber que los Yoga Sutras de Patanjali caben en una sola página: posiblemente gran parte de su grandeza radica en ello.
Su escritura marca un hito en la Historia del Yoga y casi se podría decir que de la Humanidad. No solo porque en un espacio mínimo consigue aunar unos conocimientos que han dado pie a muchísimos libros que comentan su obra, ocupando gran un gran volumen de páginas para tratar de abarcar y explicar todos los conceptos y sabiduría condensada en los Yoga Sutra, sino porque son el primer documento escrito en que se expone el proceso del Raja Yoga de manera lógica, secuencial, sistemática y ordenada.
Patanjali presenta estos conocimientos organizados de forma científica, lo que por primera vez, hace que todo lo relativo a la mente y los distintos estados de conciencia estuviera desprovisto de cualquier tipo de misticismo.
Un ejemplo de los libros que posteriormente se han escrito como explicación a la obra de Patanjali fue el del sabio Vyasa, primero en la historia en comentar y analizar los Yoga Sutra (primero de decenas o cientos que posteriormente lo harían). Esta obra se llamó Vyasa Bhashya y a día de hoy sigue siendo la mejor manera de comprender los Yoga Sutras de Patanjali.
El Yoga de los Ocho pasos de Patanjali
Para Patanjali, no había separación entre la práctica mental individual y nuestro comportamiento para con nosotros mismos y con el exterior/sociedad, por lo que en su sistema establece unas bases previas al trabajo individual con la mente, que se llaman Yamas y Niyamas. El sistema completo que estableció, incluyendo estas normas de comportamiento, se estructura de la siguiente manera, agrupadas en prácticas externas e internas:
BAHIRANGAS: LAS PRÁCTICAS EXTERNAS DESCRITAS EN LOS YOGA SUTRA
Son las prácticas del Raja Yoga que trabajan con aspectos más físicos y externos de la persona y también engloban las actitudes que el individuo ha de tener hacia sí mismo y hacia los demás:
Paso 1: Yamas o conductas sociales
Son cinco actitudes que nos ayudan a tener unas relaciones con nuestro entorno social que sean sanas y equilibradas. Estas son:
- Ahimsha: no violencia hacia todos los seres y cosas, incluido uno mismo.
- Satya: decir la verdad pero nunca utilizarla para dañar a otros
- Asteya: honradez
- Bramacharya: moderación en todas las áreas de nuestra vida, alejándonos de los excesos de cualquier tipo.
- Aparigraha: alejarnos de la avaricia y el acaparamiento y, muy especialmente, no ambicionar posesiones ni cualidades de otros.
Paso 2: Niyamas o conductas personales
Son otras cinco actitudes que ayudan a que nuestro entorno individual y nuestra relación con nosotros mismos sean también sanas y equilibradas:
- Saucha: limpieza de nuestro entorno y de nuestro cuerpo por fuera y por dentro.
- Santosha: contentamiento, estar agradecido por lo que se tiene.
- Tapas: vivir con austeridad, tomando lo que es necesario para vivir con salud y bienestar pero sin derrochar ni tener bienes innecesarios.
- Swadiaya: auto estudio, conocer la propia mente y sus patrones de funcionamiento, así como nuestras reacciones.
- Ishwara Pranidana: en la cultura india se resume en una frase de un cuento popular que dice: “será para bien”. Significa aceptar el hecho de que hay acontecimientos que se escapan de nuestra comprensión y de nuestro control y que, en última instancia, todo tiene un orden y un sentido que nosotros no somos capaces de ver. Es la confianza en la vida o en el orden/inteligencia universal, también se llama rendición a la voluntad divina.
Paso 3: Asana
Significa postura. Aunque las escrituras del Hatha Pradipika, establecen que no se debe realizar Raja Yoga (yoga mental) sin haber practicado antes por largo tiempo asanas (posturas) y yoga físico (Hatha Yoga), aquí, en este contexto, la palabra asana se refiere a la postura en la que nos sentamos para “meditar”. Las más famosas y recomendadas son Sukhasana, Siddhasana o Padmasana, pero también existen otras igualmente válidas. Incluso algunas técnicas, como en el caso del Yoga Nidra, pueden NO implicar meditación sedente sino una postura en la que estamos tumbados, como por ejemplo Savasana.
Patanjali decía que el requisito fundamental de la postura de meditación es que debe ser estable y cómoda, para que sea fácil de mantener por largo tiempo. En este sentido, en la cultura occidental no es mala ni menospreciable la idea de meditar sentado en una silla, pues aquí no estamos tan acostumbrados a sentarnos en el suelo y en pocos casos solemos tener la forma física que ello requiere.
Paso 4: Pranayama
Prana significa energía vital.
Se trata de una serie de técnicas que manejan las distintas fases de la respiración (inspiración, retención y espiración) para influir en nuestra energía vital promoviendo la activación, la relajación o el equilibrio, según necesitemos en cada momento. Esto es muy útil para trabajar con la mente, pues si necesitamos desarrollar la atención pero estamos muy agitados o, por el contrario, muy bajos de energía, nos será imposible conseguirlo.
Con estas técnicas podemos influir en nuestros niveles de energía a nuestro favor según las necesidades de cada momento.
ANTARANGAS: PRÁCTICAS INTERNAS DESCRITAS EN LOS YOGA SUTRA
Son las prácticas del Raja Yoga que se realizan a nivel interior, de forma individual:
Paso 5: Pratyahara
Se suele traducir como “interiorización”. Se trata de desvincular nuestra consciencia de los estímulos que percibimos de los órganos de los sentidos, así como de los procesos psíquicos internos. Esto genera un estado mental óptimo para el desarrollo de la atención.
Paso 6: Dharana
Es la capacidad de mantener la atención por largo tiempo hasta que ésta se torna concentración en un único punto elegido (la respiración, un objeto, una imagen, un mantra…). Cuando la consciencia queda totalmente absorbida en el objeto de concentración surge el estado de Dhyana.
Paso 7: Dhyana
Es la capacidad de mantener por largo tiempo el estado de concentración hasta que sucede el siguiente estado y puede desembocar en Samadhi.
Paso 8: Samadhi
Estado de Unión/Yoga, estado de meditación, liberación o supraconsciencia. Es el estado al que se accede cuando hemos trascendido las limitaciones de nuestra mente. Existen varios grados de profundidad en este estado. Aunque hay mucha literatura que lo explica en detalle y sirve para tener una orientación de lo que puede ser experimentar este estado, en realidad, no puede ser explicado con palabras.
En sánscrito a este sistema de los ocho pasos se lo llama Ashtanga Yoga de Patanjali. (Ashta= ocho, Anga= componente, miembro, parte: el yoga de los ocho pasos o partes)
Aunque no hay que confundirlo con el estilo de yoga físico que enseñaba Pattabhi Jois: “Ashtanga-Vinyasa Yoga”, comúnmente conocido como “Ashtanga Yoga”, sí que guarda relación con el sistema de Patanjali, pues gran parte de los principios de la práctica de este estilo se basan en este sistema.
(Recuerda que tienes una completa guía con todos los estilos de Yoga en nuestro Blog).
Influencias en los Yoga Sutra de Patanjali
Tanto el sistema de los ocho pasos como los Yoga Sutra al completo muestran influencias de dos tradiciones milenarias o shramana que significa “que ha existido siempre”. Esas son la meditación y el samadhi.
La meditación y el samadhi se atribuyen a la influencia del Budismo (donde Samadhi significa estado de concentración profunda, no estado de supraconsciencia) y los Yamas y Niyamas son de influencia jainista.
La tradición Jainista es más antigua que la budista y su idea suprema es la no violencia, aunque, sorprendentemente, no se encuentra recogida en ninguna de sus escrituras, sino en otro texto: el Mahabharata. El primer maestro iluminado (Tirthankara) del Jainismo fue Rishabhdeva, y también se menciona en los Vedas (antiguas escrituras de India en las que se basa su cultura). Las leyendas jainistas lo representan como si hubiera vivido hace millones de años.
Junto con Mahavira, Parshvanatha y Neminatha, Rishabhanatha es uno de los cuatro Tirthankaras principales del jainismo.
A los Tirthankara también se les llama “Jina”, debido a su triunfo sobre los sentidos, que es el propósito del Raja Yoga y de cualquier área del Yoga. En las esculturas se los representa de pie, en postura de Tadasana, abandonando la postura de Sukhasana, sentado, como metáfora de su triunfo.
Algunos textos del jainismo definen a los Tirthankaras como el modelo a seguir. El término sánscrito tirtha, significa puente, lugar de cruce o que abre el camino. El que nos ayuda a cruzar el gran océano de la vida mundana se llama tirtha y la persona que lo hace se conoce como Tirthankara.
Patanjali define Yama como Vrata o “auto-disciplina”. Si se practican escrupulosamente de por vida se convierten en Maha Vratas: “La gran autodisciplina”. Quizá fue bajo la influencia del Jainismo que este autor denominó a los Yamas y Niyamas como Mahavratas: La auto disciplina suprema.
El mundo llama héroe (Vira) al que demuestra destreza en el campo de batalla, pero India llama Mahavira (gran héroe) al conquistador de su propio Ser.
Al practicar Raja Yoga o cualquiera de las áreas del Yoga, nos acercamos a ser conquistadores de nuestro propio Ser. Nos abrimos a la posibilidad de vivir ampliando nuestra comprensión de la realidad y potenciando nuestras capacidades, invitando con nuestro ejemplo a que otros se atrevan a explorar este camino.
¿Te atreves a ser un verdadero Vira, sin capa ni traje de malla?
SOBRE LA AUTORA:
Laura Municio Fernández
Profesora de Yoga titulada por la escuela Internacional Vedanta de Yoga Sivananda, 2011. Desde entonces ha impartido clases para todo tipo de públicos (entre otros, embarazadas, personas con daño cerebral, mayores y niños). Actualmente cursando formación en Yoga restaurativo y el curso de profundización en el Yoga Sadhana Síntesis por la escuela Bindu de Madrid.
Cursando Titulación Oficial Técnico Superior en Dietética y Nutrición.